Época: XX20
Inicio: Año 1950
Fin: Año 1960

Antecedente:
Italia. El compromiso

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Pero también en Italia se lleva a cabo en estos años de posguerra un proceso de destrucción del cuadro más radical. Dos artistas -Lucio Fontana y Alberto Burri- lo hacen por caminos diferentes (hay un tercero, Piero Manzoni, que se trata junto a los Nuevos Realistas franceses). Burri, más ligado a la pintura informalista, utiliza, como Millares en España, sacos, arpilleras viejas rotas y recosidas y, después, otros materiales. Fontana, en ese sentido y a simple vista, parece más tradicional en sus investigaciones, porque usa lienzos pintados; pero eso es sólo una primera impresión.Lucio Fontana (1899-1968), argentino de padres italianos, utiliza una superficie pintada -a la manera tradicional-, aunque monocroma (como Klein, Manzoni, Rauschenberg o antes Malévitch) en la que primero incrusta pequeños objetos, para pasar muy pronto -1949- a perforar la tela con agujeros y más adelante a rasgarla, alterando así de manera radical la idea de cuadro. Como si no fuera suficiente con el gesto informalista de trazar una línea o dar un brochazo sobre la tela, Fontana va más allá, la rompe; pero se trata de un tajo muy pensado en todos sus aspectos (dimensiones, sentido, lugar, etc). El artista no va en busca de una manifestación visceral del subconsciente, sino en busca de un arte del espacio, y no a representarlo de manera ilusionista, como se venía haciendo desde el siglo XV, sino a recuperarlo y dejarlo que circule libremente a través del lienzo, eliminando el delante y detrás, eliminando lo que el cuadro tiene de diafragma, de pantalla que separa dos espacios. Lo mismo busca cuando hace una escultura y a continuación la rompe. Además, al perforar la tela y darle con ello relieve, Fontana está aboliendo las diferencias entre pintura y escultura, puesto que por fin las dos ocupan las tres dimensiones. Fontana aparece como un precursor de muchos acontecimientos y comportamientos que tendrán lugar en los años siguientes y se le ha relacionado con el conceptual y el povera. En 1947 construyó un ambiente con luz negra en el que el espectador podía entrar y experimentar; también trabajó con neones a principios de los cincuenta y ofreció al usuario del arte la posibilidad de participar.Fontana, en la mejor línea vanguardista, publicó diversos manifiestos explicando sus ideas desde 1946, cuando apareció en Argentina -su país de origen y en el que pasó la guerra-, el Manifiesto Blanco. A este siguieron varios Manifiestos del espacialismo, movimiento que él encabezaba.También es frecuente considerar a Alberto Burri (1915) un antecedente del arte povera, aunque sea un tema discutible, por el empleo de materiales pobres como sacos, arpillera y trapos viejos. Burri era médico y ejerció como tal durante la guerra, pero prisionero de los americanos en 1944 en Texas empezó a pintar; en 1947 tuvo su primera exposición y abandonó la medicina para dedicarse a la pintura. Burri emplea arpilleras, pero también toda suerte de materiales de desperdicio: maderas, hierros, plástico, estaño... y a todos los somete al mismo mal trato. Las maderas se requeman -en las series Bruciature y Legni, de 1956-, las hojas de estaño se golpean y los plásticos se funden con sopletes.A pesar de ese mal trato que da al material y, aunque es frecuente relacionar el empleo de los sacos y los trapos con los vendajes y las heridas que vio durante la guerra, es innegable que existe un principio constructivo -casi me atrevería a decir de buen gusto- en la obra de Burri, sobre todo en los sacos de los primeros años cincuenta, lo mismo que existe en los primeros sacos de Millares.